Lejos de mi casa, pero más cerca de mí. Pasando más tiempo en la tierra que en la ciudad. Haciendo de desconocidos una familia inesperada. Durmiendo debajo de las estrellas en otros países. Viajando por moto, avión, coche, mar y a pie. Con la maleta cerrada y el corazón abierto. Tiempo para saborear cada segundo y dejarme llevar.